Boom latinoamericano
El Boom latinoamericano fue un fenómeno editorial y literario que surgió entre los años 1960 y 1970, cuando el
trabajo de un grupo de novelistas latinoamericanos relativamente jóvenes fue
ampliamente distribuido en todo el mundo.
El Boom
está más relacionado con los autores Gabriel
García Márquez de Colombia, Mario Vargas Llosa de Perú, Julio Cortázar de Argentina, y Carlos Fuentes de México. Estos
escritores desafiaron los convencionalismos establecidos de la literatura
latinoamericana. Su trabajo fue experimental y debido a la situación general de
la América Latina en la década de 1960, también muy político.
El crítico
Gerald Martin escribe: «No es una exageración afirmar que el sur del continente
fue conocido por dos cosas por encima de todas las demás en la década de 1960,
éstas fueron, en primer lugar, la Revolución Cubana y su impacto tanto en
América Latina y el Tercer Mundo en general y en segundo lugar, el auge de la
literatura latinoamericana, cuyo ascenso y caída coincidió con el auge y caída
de las percepciones liberales de Cuba entre 1959 y 1971».
Aunque la mayoría de los críticos
coinciden en que el Boom comenzó en algún momento del 1960, hay cierto
desacuerdo en cuanto a cual obra debe ser considerada la primera novela del
Boom. Para algunos (como Alfred Macadam) sería Rayuela, de Julio
Cortázar (1963), mientras que otros prefieren La
ciudad y los perros de Vargas Llosa,
que ganó el
Premio Biblioteca Breve en 1962. Fernando Alegría considera Hijo
de hombre de Augusto Roa Bastos (que fue publicada en 1959) como la obra
inaugural del Boom, aunque, como señala Shaw se podría aún remontarse a 1949
con Hombres de maíz de Miguel Ángel Asturias.
Otra variante es la articulada por
Adolph D. Pope: La historia del auge podría empezar cronológicamente con El
señor Presidente de Miguel Ángel Asturias (publicada en 1946, pero empezada
en 1922). Otro punto de partida podría ser El túnel de Sábato (1948) o El
pozo de Onetto (1939). O yendo aún más atrás, a los movimientos
vanguardistas de la década de 1920. Sin embargo, los escritores del Boom se
declararon huérfanos y sin ningún modelo autóctono, atrapados entre su
admiración por Proust, Joyce, Mann, Sartre y otros escritores europeos y su
necesidad de tener una voz propia hispanoamericana, aunque rechazando a los más
respetados escritores de Hispanoamérica indigenistas, crolistas, y mundo no
vistas
Los representantes más importantes del
Boom afirmaron que eran «huérfanos» de generación literaria, sin ningún «padre»
latinoamericano de influencia, sin embargo, reconocieron que debían gran parte
de su innovación estilística a los vanguardistas. Jean Franco señala como una
característica marcada del Boom «la negativa a identificarse con narraciones
rurales o anacrónicas, como la novela de la tierra.
Características
Este fue el primer punto de encuentro emocional
para el grupo, a partir de la primera revolución socialista que tiene lugar en
latinoamérica, lo cual era una razón de respaldo del levantamientocastrista contra
los desatinos de Batista. Conforme se fue sovietizando el régimen de Castro,
este nexo fue de desencuentro, ya que la democracia que se esperaba que
llegara, no llegó. Sin embargo, a partir de este momento no todos los
escritores actuaron del mismo modo: algunos se distanciaron – Mario Vargas
Llosa, Guillermo Cabrera Infante, Jorge Edwars – y otros, aún en la actualidad
la siguen apoyando, como es el caso de Gabriel García Márquez y Benedetti.
Los maravillados escritos de los Cronistas de Indias y su
sentido de estar en otro mundo conquistando tierras que sólo en su fantasía
poblada de libros de caballerías podían hallar paralelo se convirtió de hecho
en los pueblos hispanoamericanos en una señal de identidad cultural de la que
derivó una nueva corriente estética como el Realismo Mágico o, según concibe Alejo Carpentier, loReal Maravilloso.
La
narrativa describe cosas irreales como si fueran reales y cotidianas y las
cosas cotidianas como si fuesen irreales; se renueva el lenguaje y las técnicas
narrativas y las historias, que pueden estar basadas en sucesos de la vida
real, incorporan elementos extraños, fantásticos o legendarios, pueblos
mitificados, espacios y lugares fruto de la especulación y personajes que, como
pueden existir, también pueden ser irreales o fruto híbrido y mestizo entre lo
verdadero, lo imaginario y lo inexistente, que hace difícil separarlos.
Al comparar una novela que fue escrita antes del
periodo del boom, con otra que fue hecha durante esta transición
literaria, se repara en que la historia que fue escrita antes del Boom
Latinoamericano nos muestra una realidad plana y sombría, una realidad
normal y verdadera, una realidad existente, mientras que la novela escrita después del Boom
Latinoamericano muestra muchas facetas de un mismo lugar, de un mismo
personaje o del tiempo que recrean la realidad, es decir, se rompe todas las
barreras entre lo fantástico y lo habitual y convierte esta mezcla en una nueva
realidad, que es perfecta para poder dejar que su inspiración fluya, circule y
deje salir las mejores ideas.
Muchas novelas que corresponden a la época
del Boom latinoamericano, no tienen orden cronológico de los
sucesos que ocurren en él, por ejemplo, normalmente una novela comenzaría en aquel momento en
que los protagonistas se conocen, y terminaría cuando después de muchos
problemas y ajetreos, se casan; en este tipo de novelas no, puede empezar
cuando contrajeron matrimonio y terminar, cuando la novia, después de enterarse
de la infidelidad de su prometido con su mejor amiga, intenta suicidarse y él
la salva, con lo cual ella quedó nuevamente enamorada de él y acondicionan
todo para el día de su matrimonio.
El
Boom Latinoamericano se vio influenciado por los sucesos que marcaron la época,
como es el caso de la revolución cubana, de mayor importancia, golpe de estado
en Guatemala, dictadura en Republica Dominicana, el neocolonialismo además por
los autoritarismos e ideas sociales.
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