miércoles, 20 de marzo de 2013

MARIA CAYETANO


Boom latinoamericano
El Boom latinoamericano fue un fenómeno editorial y literario que surgió entre los años 1960 y 1970, cuando el trabajo de un grupo de novelistas latinoamericanos relativamente jóvenes fue ampliamente distribuido en todo el mundo.
El Boom está más relacionado con los autores Gabriel García Márquez de Colombia, Mario Vargas Llosa de Perú, Julio Cortázar de Argentina, y Carlos Fuentes de México. Estos escritores desafiaron los convencionalismos establecidos de la literatura latinoamericana. Su trabajo fue experimental y debido a la situación general de la América Latina en la década de 1960, también muy político.
El crítico Gerald Martin escribe: «No es una exageración afirmar que el sur del continente fue conocido por dos cosas por encima de todas las demás en la década de 1960, éstas fueron, en primer lugar, la Revolución Cubana y su impacto tanto en América Latina y el Tercer Mundo en general y en segundo lugar, el auge de la literatura latinoamericana, cuyo ascenso y caída coincidió con el auge y caída de las percepciones liberales de Cuba entre 1959 y 1971».
Aunque la mayoría de los críticos coinciden en que el Boom comenzó en algún momento del 1960, hay cierto desacuerdo en cuanto a cual obra debe ser considerada la primera novela del Boom. Para algunos (como Alfred Macadam) sería Rayuela, de Julio Cortázar (1963), mientras que otros prefieren La ciudad y los perros de Vargas Llosa, que ganó el Premio Biblioteca Breve en 1962. Fernando Alegría considera Hijo de hombre de Augusto Roa Bastos (que fue publicada en 1959) como la obra inaugural del Boom, aunque, como señala Shaw se podría aún remontarse a 1949 con Hombres de maíz de Miguel Ángel Asturias. 
Otra variante es la articulada por Adolph D. Pope: La historia del auge podría empezar cronológicamente con El señor Presidente de Miguel Ángel Asturias (publicada en 1946, pero empezada en 1922). Otro punto de partida podría ser El túnel de Sábato (1948) o El pozo de Onetto (1939). O yendo aún más atrás, a los movimientos vanguardistas de la década de 1920. Sin embargo, los escritores del Boom se declararon huérfanos y sin ningún modelo autóctono, atrapados entre su admiración por Proust, Joyce, Mann, Sartre y otros escritores europeos y su necesidad de tener una voz propia hispanoamericana, aunque rechazando a los más respetados escritores de Hispanoamérica indigenistas, crolistas, y mundo no vistas
Los representantes más importantes del Boom afirmaron que eran «huérfanos» de generación literaria, sin ningún «padre» latinoamericano de influencia, sin embargo, reconocieron que debían gran parte de su innovación estilística a los vanguardistas. Jean Franco señala como una característica marcada del Boom «la negativa a identificarse con narraciones rurales o anacrónicas, como la novela de la tierra.

Características

Este fue el primer punto de encuentro emocional para el grupo, a partir de la primera revolución socialista que tiene lugar en latinoamérica, lo cual era una razón de respaldo del levantamientocastrista contra los desatinos de Batista. Conforme se fue sovietizando el régimen de Castro, este nexo fue de desencuentro, ya que la democracia que se esperaba que llegara, no llegó. Sin embargo, a partir de este momento no todos los escritores actuaron del mismo modo: algunos se distanciaron – Mario Vargas Llosa, Guillermo Cabrera Infante, Jorge Edwars – y otros, aún en la actualidad la siguen apoyando, como es el caso de Gabriel García Márquez y Benedetti.


Los maravillados escritos de los Cronistas de Indias y su sentido de estar en otro mundo conquistando tierras que sólo en su fantasía poblada de libros de caballerías podían hallar paralelo se convirtió de hecho en los pueblos hispanoamericanos en una señal de identidad cultural de la que derivó una nueva corriente estética como el Realismo Mágico o, según concibe Alejo Carpentier, loReal Maravilloso.
 
La narrativa describe cosas irreales como si fueran reales y cotidianas y las cosas cotidianas como si fuesen irreales; se renueva el lenguaje y las técnicas narrativas y las historias, que pueden estar basadas en sucesos de la vida real, incorporan elementos extraños, fantásticos o legendarios, pueblos mitificados, espacios y lugares fruto de la especulación y personajes que, como pueden existir, también pueden ser irreales o fruto híbrido y mestizo entre lo verdadero, lo imaginario y lo inexistente, que hace difícil separarlos.
Al comparar una novela que fue escrita antes del periodo del boom, con otra que fue hecha durante esta transición literaria, se repara en que la historia que fue escrita antes del Boom Latinoamericano nos muestra una realidad plana y sombría, una realidad normal y verdadera, una realidad existente, mientras que la novela escrita después del Boom Latinoamericano muestra muchas facetas de un mismo lugar, de un mismo personaje o del tiempo que recrean la realidad, es decir, se rompe todas las barreras entre lo fantástico y lo habitual y convierte esta mezcla en una nueva realidad, que es perfecta para poder dejar que su inspiración fluya, circule y deje salir las mejores ideas.

Muchas novelas que corresponden a la época del Boom latinoamericano, no tienen orden cronológico de los sucesos que ocurren en él, por ejemplo, normalmente una novela comenzaría en aquel momento en que los protagonistas se conocen, y terminaría cuando después de muchos problemas y ajetreos, se casan; en este tipo de novelas no, puede empezar cuando contrajeron matrimonio y terminar, cuando la novia, después de enterarse de la infidelidad de su prometido con su mejor amiga, intenta suicidarse y él la salva, con lo cual ella quedó nuevamente enamorada de él y acondicionan todo para el día de su matrimonio.


El Boom Latinoamericano se vio influenciado por los sucesos que marcaron la época, como es el caso de la revolución cubana, de mayor importancia, golpe de estado en Guatemala, dictadura en Republica Dominicana, el neocolonialismo además por los autoritarismos e ideas sociales.

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