El colonialismo es la influencia o la dominación
de un país por parte de otro, habitualmente más poderoso económica o
militarmente, de una forma violenta a través de una invasión militar, o sutil
sin que intervenga la fuerza. Los motivos para la colonización
pueden ser: poder, riqueza, dominio de tierras y sus recursos, estrategia
militar, estrategia
económica, reivindicaciones históricas, etc.
Colonialismo
europeo
El colonialismo europeo fue un movimiento que se
produjo fundamentalmente en el último tercio del siglo XIX. Consistió en que
los países europeos conquistaron otros continentes de forma muy rápida. Algunos
países colonialistas en esa época fueron Bélgica, Francia, Reino Unido, España,
etc. Las causas de este colonialismo fueron, principalmente, económicas o
políticas.
Económicas
La crisis económica de súper producción en
Europa en los años 1872 y 1873. Se trataba de solucionar con medidas proteccionistas
y proteger la producción nacional frente a la competencia extranjera. Se trató
de llevar a cabo poniendo aranceles
aduaneros y tasas,
lo cual no funcionó y la crisis siguió empeorando. Se buscó otra solución,
ahora más efectiva: llevar a ultramar
la balanza
comercial europeo,
ya que las colonias eran un buen mercado por varios motivos:
Inversión:
en Europa sobraba capital
para invertir, pero como no había garantías de retorno, los inversores se
fueron a las colonias;
Los productos
agrícolas, y las materias
primas en general, son necesarios pero se encontraban
en las colonias y se vendían en Europa; Mano de obra
barata: era más rentable la mano de obra de las
colonias que la europea.
Políticas
Las «causas políticas» abarcarían muchos motivos
y situaciones, en algunos casos de una gran dificultan para explicarlos, aunque
un ejemplo puede ayudar a entenderlas:
En 1871 Francia fue derrotada por Prusia en la
conocida como
Guerra franco-prusiana. Se dio un sentimiento de
humillación y el gobierno de la III
República fomentó la expansión colonial. Algunas de las
causas políticas fueron, por tanto: Hacerse ver como una potencia internacional
desarrollando el imperialismo;
Nacionalismo:
el colonialismo permite hacer pensar a los ciudadanos franceses que pertenecen
a un gran país;
Estrategia:
conquistar determinados puntos estratégicos les permitió tener bases navales en
distintos puntos del planeta que en caso de guerra siempre se podrían usar.
Aunque hay que entender que estos «motivos
políticos» se mezclaban con otros económicos.
Justificaciones
Los partidarios del colonialismo, en algunos
casos, se justificaron creando una ideología basada en el racismo.
Una de sus bases era creer que el colonialismo tenía una misión civilizadora,
considerando que los únicos civilizados eran los «países grandes», el resto era
considerado incivilizado y salvaje. Esta ideología racista generó en Europa un
sentimiento de superioridad. Pero también hubo una dura crítica al
imperialismo, los socialistas
y los miembros de los sindicatos
obreros fueron los que más duramente lo criticaron. Una
tercera vía, con los más moderados de los partidarios, lo justificaba diciendo
que era una solución a la crisis capitalista europea.
Expansión
colonial
La expansión colonial se inició en el último
tercio del siglo XIX. Hubo dos excepciones a esta fecha, Francia y Gran
Bretaña, que la iniciaron antes.
Entre los colonizadores se encontraban: soldados,
trabajadores emigrantes, políticos y funcionarios,
misioneros
(católicos y protestantes)
y exploradores.
Dada la superioridad del ejército
de la metrópoli algunos indígenas se rendían (pacto) y otros eran conquistados
y sometidos por medio de la guerra.
Conflictos
coloniales
Fueron conflictos territoriales entre naciones
europeas. Se daban cuando dos o más naciones se disputaban un territorio. Llegó
a haber guerras a causa de los citados conflictos. La idea del Imperio Continuo
que tenían varias metrópolis fue el origen de muchos de ellos. Gran Bretaña
quería establecer un imperio en África de norte a sur. Francia de oeste a este,
en el tercio norte de África. Por último, Portugal, también de oeste a este,
pero en el sur. Hubo conflictos de Gran Bretaña con Francia, primero, y con
Portugal, después, que ganó, por lo que estos dos países tuvieron que abandonar
la idea de Imperio Continuo.
Vías
de comunicación
Siempre interesaron las vías de comunicación de
las metrópolis con sus colonias. Con África era relativamente fácil, pero con
Asia no. Para solucionar este problema, los franceses, por medio del arquitecto
Lesseps se embarcan en la construcción, con autorización egipcia,
del Canal
de Suez. Los ingleses se dan cuenta de la importancia
económica del canal y negocian con el sultán de Egipto la compra de sus
acciones. Se realizó esta operación y el canal pasó a ser franco - británico.
Grandes
imperios coloniales
Imperio
colonial británico
El Imperio
colonial británico era el más grande del mundo. La
India era la colonia más rica, por sus productos y su población. Era un gran
mercado. Fue conquistada entre 1845 y 1848 por una empresa privada inglesa, la Compañía
Británica de las Indias Orientales. En 1857 estalló
una revuelta de los componentes indios de las tropas inglesas (cipayos).
Fue difícil contenerla, por lo que al conseguirlo, la reina Victoria transfirió
el poder al Estado. Fue proclamada Emperatriz de la India (1876). Más adelante,
los británicos hicieron expediciones militares para reforzar las fronteras
indias. Conquistaron Beluchistán,
Birmania
y al este de Asia, Malasia.
En África realizaron conquistas desde el valle del Nilo hasta el océano Índico
y Sudáfrica, donde tuvieron que luchar con antiguos colonos holandeses (Boers).
Organización
política y explotación económica de las colonias
Organización
política
Colonias de explotación: donde la población es
indígena, el gobierno es el de la metrópoli pero a través de un cargo
residente, un gobernador.
Así la colonia está sometida a la metrópoli;
Colonias de poblamiento: la población la
componen colonos y el gobierno es propio y toma sus decisiones de forma
autónoma respecto a la metrópoli;
Protectorados: surgen de un pacto entre los
indígenas y los colonizadores y la metrópoli permite que se mantenga el poder
indígena, que son la población de la colonia. Por tanto el poder se divide
entre la política interior, regida por un gobierno indígena, y la política
exterior en manos de la metrópoli.
Explotación
económica
Se explota a los indígenas, para obtener
beneficios, que son siempre para la metrópoli. Hay varios tipos de explotación:
Explotación agrícola (plantaciones);
Explotación de materias primas;
Explotación de la mano de obra indígena, que se
ocupa de todo lo anterior.
La economía colonial se basa en impedir el desarrollo
industrial de las colonias, de esta forma la metrópoli
vende productos manufacturados caros (industriales, totalmente elaborados)
mientras compra baratos, a la colonia, las materias primas (minerales,
productos agrícolas, ganado, etc.) y fuentes de energía. Esto beneficia a la
metrópoli y perjudica a la colonia. Otra forma de perjudicar a las colonias es
mediante un comercio injusto, en algunos casos la colonia solo puede comerciar
con su metrópoli, con precios impuestos por la metrópoli, que suelen tender a
beneficiarla.
Sociedad
colonial
Es una sociedad dual, por un lado colonizadores
y por otro indígenas, sin convivencia entre ambas partes aunque comparten el
territorio, pero sin mezclarse. Cada una de esas dos sociedades tiene su propia
organización. Esta ausencia de interrelación profunda puede interpretarse como
una sociedad racista, y que mantiene a los colonizadores con una vida acomodada
desde la que manejan el poder político y económico.
Dentro de la sociedad indígena se pueden
distinguir dos grupos:
Dirigentes políticos de las tribus:
son los que pactaron con la metrópoli. Van a mantener su estatus social
y económico;
Trabajadores: son la gran mayoría y están
empleados en cualquier actividad que sean necesarios.
Consecuencias
El colonialismo ha tenido consecuencias
positivas y negativas. Entre las primeras se pueden destacar la mejora de la sanidad,
el aumento
de la población y la alfabetización
y educación
de la población en general. De las segundas, las negativas se pueden mencionar:
la destrucción de la sociedad indígena; la explotación económica total; cambio
de los valores propios de los indígenas, por ejemplo se le inculcó el trabajo
como uno de ellos, cuando nunca lo había sido, y además son pagados con un
concepto que no habían manejado, «el dinero», que no les hacía sentirse
pagados; aculturación
(pérdida de la cultura propia) que se produjo entre los nativos, al recibir la
cultura exterior, de la metrópoli; y el intento de creación del Imperio
Continuo, uniendo territorios dispares y además generando conflictos para
conseguirlo, incluso teniendo que evitar a otras metrópolis.
Dominaciones
También se le puede denominar neocolonialismo
para hacer referencia a una dominación de tipo económico, e incluso político
sobre un estado jurídicamente independiente. En sentido similar se utilizan los
términos imperialismo y nuevo imperialismo.
A diferencia del imperialismo;
el colonialismo busca llevar las violaciones más allá. El colono es quien debe
ir a la colonia a implantar su cultura y establecerse allá. El proceso que vive
la población de la colonia es llamado aculturación (pasar a llevar una cultura
con otra «más poderosa»). El colonialismo no es un término tan económico como
el imperialismo, el cual busca materias primas y mano de obra en la colonia
para luego producir en el país y finalmente retornan y vender en la propia
colonia de donde consiguió la materia.
La importancia colonial
y su historiografía
han tenido un gran rol dentro de las disciplinas históricas, y se ha visto
robustecida en el final del siglo XX y comienzo del XXI a raíz de la necesidad
de comprender mejor los procesos
globales.
Origen
histórico
En términos generales puede decirse que las
primeras colonias aparecen con los indígenas hace 5500 años. Existieron
colonias sumerias,
babilónicas,
egipcias,
fenicias,
cartaginesas,
griegas,
romanas,
mayas,
incas,
aztecas,
japonesas,
chinas, hindúes,
ghanianas,
malianas,
etc. En el siglo XV, la expansión europea dio lugar a colonias similares a las
romanas, griegas, etc. en continentes como América, Asia, África y Oceanía,
prolongándose en los siglos XVI, XVII y XVIII.
Descolonización
Durante el curso del siglo XX se independizaron
las colonias europeas en África y Asia y algunas colonias que todavía quedaban
en América continental. En el Caribe y África sigue habiendo colonias europeas
en la segunda década del siglo XXI.
The
World Book Encyclopedia se refiere a algunos otros
«niños» ingobernables que también «nacieron satisfactoriamente» durante la era
posbélica. Haciendo referencia a «El Surgimiento de Naciones Nuevas», explica:
«Después de la Segunda
Guerra Mundial se fueron desplomando uno a uno los
vastos imperios
europeos. Gran Bretaña, Francia, Bélgica, los Países Bajos
y las otras grandes potencias coloniales habían quedado debilitados debido a
sus pérdidas durante la guerra. Ya no podían seguir reteniendo sus colonias por
la fuerza». Entre las primeras colonias que obtuvieron la independencia
estuvieron Indonesia, Filipinas, Pakistán, India, Ceilán (actualmente Sri
Lanka), Israel, Libia, Túnez y Ghana.
La tendencia hacia la independencia
política ha continuado y ha resultado en el nacimiento de por lo menos cien
naciones nuevas desde 1945 y algunas devoluciones a de territorios a sus países
de origen, como el caso de Hong Kong
en 1997.
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